«En los tiempos que estamos tenemos claro que el Ajuntament debe facilitar la puesta en marcha de pequeñas empresas». Con esta premisa, el alcalde de sa Pobla, Biel Serra, anunció ayer la intención del equipo de gobierno (PP) de «permitir la ubicación de empresas industriales dentro del casco urbano», actividad que estaba prohibida desde el año 2003.
De esta manera, los populares tienen previsto aprobar en el pleno del 3 de enero una modificación puntual de las Normas Subsidiarias que permita, de nuevo, la instalación de usos industriales en suelo urbano. La iniciativa también cuenta con el apoyo de la Associació de Comerciants de sa Pobla que ayer estuvo representada por su presidente, Mateu Pons.
Actividades
Biel Serra especificó que «todas las empresas que deseen instalarse en el pueblo deberán cumplir una serie de requisitos y no podrán ocupar una superficie superior a los 300 metros». En este grupo de actividades se encuentran las herrerías, las carpinterías, las empresas dedicadas a la elaboración de pan, además de talleres mecánicos. Por lo que se refiere al casco antiguo (el centro del núcleo urbano), el alcalde puntualizó que «sólo se permitirán talleres artesanales en un máximo de 100 metros cuadrados».
Las grandes empresas de transporte de mercancías, almacenes de materiales de construcción o de productos agrícolas continuarán estando prohibidas por lo que se instalarán en el polígono.
Aunque Serra es consciente que este cambio en la normativa «creará una cierta polémica social» quiso dejar claro que «el Ajuntament hará cumplir de manera estricta la normativa para permitir la instalación de las empresas que deberán cumplir con la ley de ruidos o vibraciones para así no molestar a los vecinos».
Por su parte, Mateu Pons indicó que «los empresarios apostamos por cambiar la normativa y así ayudar a que los jóvenes puedan empezar con una actividad». Está previsto que en seis meses se haya aprobado la iniciativa y se puedan conceder las primeras licencias de actividades en el casco urbano.