Nuevo movimiento en la partida de ajedrez entre el PP y Antoni Pastor. El secretario general de los populares, Pedro Rosselló, anunció ayer que su partido ha interpuesto un contencioso administrativo en los juzgados con el objetivo de restablecer «la legalidad en el seno del grupo municipal del PP de Manacor». Rosselló se remontó al hecho de que Pastor y sus ahora ediles de Coalició per Manacor no han abandonado «el grupo original del PP si no que le han cambiado el nombre y esto es claramente ilegal».
Consecuencias
En el transcurso de una rueda de prensa en la que también estuvieron presentes el presidente del PP de Manacor, Onofre Ferrer, y dos de los tres regidores, Antoni Sureda y Antoni Servera -Llorenç Bosch no estuvo ausente por sus compromisos dada su condición de senador-; Rosselló dio un ultimátum a Pastor: «o da marcha atrás y abandonan el grupo y formalizan la creación de uno de nuevo, por lo que retiraremos el contencioso, o las consecuencias pueden ser muy graves e incalculables para el municipio de Manacor».
Si el juez admite el contencioso se pueden llegar a varias resoluciones: que se de la razón a Pastor, que se apliquen medidas cautelares y se vuelva al estadio anterior con la expulsión de Pastor y los suyos del grupo municipal al no pertenecer ya al partido o la nulidad de pleno derecho de todos los acuerdos de pleno, entre ellos los presupuestos de 2013, hasta que se resuelva el tema.
Además, Rosselló también criticó que «desde el 3 de octubre estamos esperando a que el secretario del Ajuntament se pronuncie sobre el caso y aún estamos esperando».
Críticas
Los excompañeros de partido de Pastor no escatimaron críticas hacia él ni hacia sus regidores.
El presidente Onofre Ferrer manifestó que «nos está gobernando una gente a la que no ha votado nadie con el apoyo de unos partidos. Se ha engañado la voluntad del pueblo». También denunciaron que Pastor «sólo busca confundir, si él cede la parte legal estará solucionada».