La festividad de la Mare de Déu de Loreto se celebró ayer en la base de hidroaviones de Pollença y en el acuartelamiento del Puig Major del Escuadrón de Vigilancia Aérea (EVA) 7 (Escorca), así un año más el Ejército del Aire rindió honores a su patrona.
En la base del Port de Pollença el acto de ayer sirvió para poner el punto y final a los actos de 75 aniversario de la base creada en 1937, pese a que la actividad de hidroaviones se remonta en las islas al año 1921. La festividad de ayer se celebró con una misa en honor a la patrona y se entregaron las condecoraciones de este año que finaliza.
La cruz al Mérito aeronáutico con distintivo blanco fueron para Ana Belén Castrillo Pérez; Nisrine Justo Maou-oud y para Juan Campomar como personal laboral. La cruz de bronce a la constancia en el servicio fue para Francisco Bejarano y José Antonio Brion Vidal. Javier Juárez recibió la medalla de la OTAN «ISAF». Y finalmente las menciones honoríficas recayeron en las manos de Servando Valdés; Miriam Arjona y Juan Campomar.
Puig Major
En el acuartelamiento del Puig Major (Escorca) un buen número de invitados y personal civil se reunieron para celebrar la festividad. Después de una misa concelebrada, se procedió al acto militar durante el cual el jefe del escuadrón, comandante Ramón Balastegui, leyó una breve alocución en la que destacó que «a pesar de la situación de crisis que afecta a todos los estamentos, el personal de esta base ha realizado un año más su labor con gran profesionalidad y sin menoscabo del servicio ni de la seguridad». Balastegui tuvo también palabras de agradecimiento para el personal civil y vecinos de los municipios de Escorca, Sóller y Fornalutx, cuyos alcaldes Antoni Solivellas, Carlos Simarro y Joan Albertí estuvieron presentes en el acto.
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