«Ante los últimos acontecimientos el Ajuntament de sa Pobla ve necesario aumentar el personal de guardia en el PAC de sa Pobla ya que da cobertura a una población de 17.000 personas». El equipo de gobierno municipal del PP emitió ayer un comunicado anunciando que pedirá al IB-Salut una mayor dotación del centro sanitario. Reacciona así a la polémica generada después de que la regidora de Salud, Catalina Olmo, se negara a salir del PAC el jueves por la noche para que el médico y la enfermera de guardia atendieran una urgencia domiciliaria del 061. Tuvo que intervenir la Guardia Civil.
El comunicado municipal, lejos de calmar los ánimos los ha caldeado si cabe todavía más y es que el mismo equipo municipal del PP votó recientemente en contra de una moción del PSM que proponía instar a la Conselleria de Salut a mejorar la dotación del PAC. El PP impidió que prosperara la moción que contaba con el apoyo de toda la oposición (PSM, IxS, Lliga y PSOE).
«La situación es escandalosa», afirmó ayer la portavoz del PSM, Margalida Vidal, que aseguró que «lo que más me molesta es que el PP votara en contra de nuestra moción, nos acusaron de hacer oportunismo político cuando mirábamos por el bien del pueblo, no lo han visto hasta que les ha afectado a ellos».
El alcalde, Biel Serra, afirmó ayer a través de un comunicado que «estos hechos, que le hubieran podido ocurrir a cualquier persona nos hacen pensar que la dotación de urgencias es insuficiente y por esta razón pedimos a la Conselleria de Salut que se refuerce el servicio».
El Ajuntament solicita ahora que Salut cree una comisión de estudio de la situación del PAC en la que participe el Ajuntament para determinar la necesitad de dotar con más personal las guardias. «Nuestro trabajo es detectar las carencias de nuestros ciudadanos e intentar dar una solución, por eso nuestra petición a la Conselleria será inmediata», dice Biel Serra.
No es la primera vez que el PAC de sa Pobla tiene que cerrar para atender una urgencia pero sí la primera vez que un paciente (en este caso la regidora de Salud, Catalina Olmo) se niega a salir del edificio y esperar fuera para que los facultativos puedan atender una urgencia domiciliaria del 061. La Guardia Civil no desalojó a la regidora porque se trataba de un edificio público y la enfermera después de varias llamadas al 061 acabó atendiendo a Olmo antes que a la otra paciente.
La enfermera acusa a la regidora de amenazarla con que perdería su puesto de trabajo, cuestión que esta niega. El portavoz del PSOE, Lluís Socías aseguró ayer que si se confirman «las coacciones» pedirá la dimisión de Catalina Olmo en el próximo pleno municipal.