En la línea del «urbanismo a la carta» que viene desarrollando el equipo de gobierno que preside el alcalde Manuel Onieva (PP) en esta legislatura, el pleno del Consistorio aprobó ayer un avance de la memoria sobre una modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) relativa a la unidad de actuación UA/SP-01 de Santa Ponça.
Dichos terrenos, con una superficie de 177.768 metros cuadrados, están ubicados entre la autopista de Ponent, la avenida Jaume I, la calle Bartolome Rosselló Planas y el torrente Galatzó, en la entrada a Santa Ponça. Pertenecen en su totalidad a la entidad Habitat Golf Santa Ponça SL, propiedad de la familia Nigorra, y en parte al propio Ajuntament en condición de proindiviso.
Según el vigente PGOU de Calvià aprobado en julio de 2000, la parcela esta clasificada como espacio libre privado destinado en su amplia mayoría, más de cien mil metros cuadrados, a una instalación deportiva al aire libre (se contemplaba una escuela de golf) y una parcela de 9.000 metros cuadrados destinada a la construcción de un hotel de 184 plazas turísticas.
Ahora, la recalificación prevé «a la vista de la inviabilidad del desarrollo turístico-hotelero plasmado en la actual ordenación, un desarrollo basado en todo tipo de equipamientos privados» sobre un total de 49.800 metros cuadrados que incluye el uso comercial. También plantea la creación de un nuevo vial central paralelo a la avenida Jaume I.
Según el portavoz socialista, Alfonso Rodríguez Badal, las sucesivas modificaciones puntuales promovidas por el equipo de gobierno «cambian sustancialmente el planeamiento general del urbanismo en el municipio con lo cual se convierten en una revisión encubierta del PGOU».
Para los socialistas, que votaron en contra de esta recalificación, «estamos ante un cambio del mapa urbanístico del municipio». En concreto sobre esta parcela, Rodríguez cuestionó que permita «multiplicar por diez la edificación permitida en el planeamiento vigente».
Por su parte la teniente de alcalde de Urbanismo, Eugenia Frau (PP), argumentó que esta modificación puntual permitirá que se hagan inversiones en esta zona ayudando a combatir la estacionalidad turística, creación de puestos de trabajo, etc. En definitiva «será en beneficio de los ciudadanos del municipio».
Sobre la «revisión encubierta del planeamiento» aludida por los socialistas, Frau lo negó aunque replicó que una revisión del PGOU es muy costosa y no es el momento dado los tiempos de crisis y recortes en las arcas municipales.