Llueve sobre el Casal de Can Llobera. Adquirido por el Consell de Mallorca y el Ajuntament de Pollença en 2005 por 1,5 millones de euros con el objetivo de convertir el edificio señorial del XIX en un centro cultural de referencia, Can Llobera nunca ha llegado a funcionar como tal. Con el paso del tiempo ha perdido su tejado y las goteras han causado daños irreparables en su archivo documental. El Ajuntament pidió ayuda al Consell de Mallorca para hacer frente a través del Pla d'Obres i Serveis a la sustitución de las cubiertas del edificio con el objeto de frenar un deterioro que hoy sigue imparable. Los trámites administrativos se demoran y la decisión del Consell de suprimir las ayudas del POS ha hecho saltar todas las alarmas, tanto que el equipo de gobierno municipal (PP-LLiga) presenta una moción para ser debatida hoy en pleno que insta al Consell a impulsar las actuaciones necesarias para resolver la situación.
El alcalde, Bartomeu Cifre, explica que «cumplimos escrupulosamente con todo lo que el Consell nos dijo en 2011, tramitamos la prórroga extraordinaria y un cambio de destino de la subvención porque en principio estaba prevista la construcción de un paso elevado en la carretera pero decidimos priorizar la reparación del casal y el aparcamiento del polideportivo». «Aceptaron el cambio de destino de la subvención y la prórroga y nos dieron 20 días para adjudicar pero no había tiempo material en 2011, nos propusieron un cambio de anualidad a 2012 y ahora nos encontramos sin respuesta», añade el alcalde que recuerda que «el Consell tiene derecho de uso sobre el edificio en virtud del convenio de compra pero no hay forma de conseguir ayuda para el mantenimiento».