El elevado número de coches abandonados que aparecen en las calles de sa Pobla ha hecho que el equipo de gobierno (PP) se plantee la modificación de la normativa actual e imponga multas que oscilan entre los 300 y los 400 euros para los infractores que dejan sus coches en estado de abandono en la vía pública.
Aunque hasta ahora eran las arcas municipales las que abonaban los gastos que se derivaban de la eliminación del vehículo abandonado de la vía pública, con la entrada en vigor de la ordenanza modificada «serán los dueños de los coches los que deberán hacer frente a estos gastos», indicó el alcalde, Biel Serra.
En este punto, Serra dijo que «en los últimos años los agentes municipales habían detectado un aumento de coches abandonados, sobretodo procedentes de otros municipios que sí sancionaban esta práctica».
Actualmente, los agentes de la Policía Local tienen detectados unos 50 coches que se encuentran abandonados en diferentes puntos del municipio de sa Pobla.
Degradación
Antes de la retirada de la vía pública de estos vehículos, que por norma general presentan anomalías como la oxidación, neumáticos con poca presión y con una acumulación de suciedad considerable, la Policía Local pone un aviso en el coche donde se informa que transcurridos 40 días se elimina de la calle y se traslada al depósito. «Después de transcurrido un tiempo y de que no se haya reclamado la propiedad del vehículo se lleva a desguace», informó el alcalde Serra.
Son precisamente los gastos derivados del servicio de grúa, el depósito y de descontaminación y desguace del coche (precio que oscila entre los 300 y los 400 euros) los que se cobrarán a los infractores. Con esta práctica desde el Ajuntament creen que «en unos tres meses todos los vehículos abandonados estarán fuera de la vía pública», acabó Serra.