Restaurar los desperfectos que el cap de fibló ha ocasionado en las edificaciones y fincas de Escorca costará 2.794.752 euros según la estimación provisional que ha realizado el Ajuntament basándose en los informes periciales iniciales de los seguros y en diferentes presupuestos de construcción.
El pleno del Ajuntament d'Escorca descartó ayer declarar el municipio como zona catastrófica y aprobó en su lugar un plan que contempla la tramitación por vía de urgencia y libre de tasas de las licencias de obra, la solicitud al Govern y al Consell de medios humanos y materiales que ayuden a reconstruir los marges , rejillas y tafones afectadas y a retirar los árboles caídos y repoblar las zonas arrasadas.
El Ajuntament instará también a las instituciones a pagar las ayudas agrícolas y subvenciones concedidas en años anteriores a los propietarios de fincas, payeses y al Santuari y que están pendientes de pago. También exigirá al Consell y al Govern que satisfagan la deuda que mantienen con el Consistorio (unos 600.000 euros) para ganar liquidez y financiar un plan de ayudas.
Además, se aprobó apoyar la campaña para apadrinar las tejas e instar al Santuari de Lluc que se destine parte del dinero recaudado con esta iniciativa a las fincas más afectadas. También quieren que, una vez se haya hecho balance, las cifras se hagan públicas.
El alcalde, Antoni Solivellas, entiende que esta es una fórmula «más ágil y eficaz» que solicitar al Gobierno central la declaración de zona catastrófica por varios motivos, de una parte, la falta de recursos que tiene la administración y de otra porque «no hay daños estructurales y sí muchos daños que con medios humanos y materiales se pueden subsanar».