El Ajuntament de Escorca se reunirá esta noche en pleno para decidir qué tipo de medidas adoptará para ayudar a los damnificados por el cap de fibló . El alcalde, Antoni Solivellas, descartó ayer declarar el municipio zona catastrófica, principalmente por la falta de liquidez de las administraciones públicas. «Mirad lo que pasó en Lorca donde la gente aún no ha cobrado», dijo Solivellas que apuesta por «otras medidas más ágiles». «La Serra es Patrimonio de la Humanidad y los que consideran Escorca como el jardín de Mallorca ahora deberían colaborar», dijo Solivellas.
El alcalde visitó ayer junto al conseller de Agricultura, Medi Ambient i Territori, Gabriel Company, algunas de las fincas más afectadas por el cap de fibló donde la brigada del Ibanat trabaja contra reloj en la limpieza del torrente de Lluc con el objetivo de evitar una catástrofe aún mayor si comienzan las lluvias.
Trabajos
Hasta ahora los medios humanos se centran en la limpieza del citado torrente si bien el conseller Company, que descarta conceder ayuda económica a los afectados, aseguró que una vez concluya el trabajo más urgente en el torrente (estima que tardará 15 días) pondrá al personal de la Conselleria de Medi Ambient al servicio de los payeses afectados. Parte de estas tareas se pagan a través de un convenio de colaboración entre el Govern y la Caixa.
Por su parte, el Ajuntament de Escorca dará a conocer hoy en pleno los datos del censo de afectados pero el alcalde Solivellas avanzó ayer que «hablamos de millones de euros de pérdidas». El principal problema que se encuentran los payeses es que el cap de fibló ha destruido todo tipo de cerramientos (rejillas y margers ) por lo que el ganado anda suelto por la Serra. Árboles caídos, daños en las casas, bebederos que han volado... la imagen es casi esperpéntica y la cobertura de los seguros agrarios es muy limitada.