El alcalde de Estellencs, Bartolomé Jover, fue víctima el pasado fin de semana de un «acto vandálico», según ha criticado el PP balear, tras haber sufrido el robo del casco de su motocicleta y después de que le enredasen una bandera española en el freno de disco del vehículo. El propio Jover ha lamentado que «se ha intentado atentar» contra su persona ya que, de no haberse dado cuenta del hecho, «podría haber sufrido un accidente».
En un comunicado, la formación 'popular' ha recriminado cómo el primer edil sufrió el robo de su casco, que siempre deja enganchado con candado en su motocicleta, y el intento de sabotaje del disco de frenos del vehículo.
Según han apuntado, los hechos tuvieron lugar en la madrugada del sábado al domingo cuando, según un testigo presencial, un grupo de jóvenes manipuló la motocicleta de Jover, en la que una bandera española y otra mallorquina, encontrándose a la mañana siguiente la sustracción del casco, la bandera mallorquina destrozada, y la española atada en la rueda delantera de la motocicleta, entre el disco de freno y la llanta.
Jover, quien ha interpuesto denuncia ante la Guardia Civil, se ha mostrado «indignado» ante estos hechos mientras que el secretario general del PP, Miquel Vidal, ha condenado estos nuevos hechos, «unos actos vandálicos que vienen sucediéndose en los últimos meses contra miembros del PP». «En una sociedad democrática estos actos no tienen cabida. Debemos hablar de nuestras discrepancias e intentar llegar a un consenso, nunca atentar contra nadie», ha aseverado.
Asimismo, el dirigente 'popular' ha pedido «sentido común» a la población balear, «un 'seny' que siempre hemos tenido y que nos caracteriza. No podemos dejarnos llevar por las emociones, ni tratar de imponer nuestro criterio a través de la violencia», ha recalcado.
El PP ha recordado cómo hace apenas una semana, el 4 de septiembre, varios individuos quemaron el coche del alcalde de Sóller, Carlos Simarro, mientras que el pasado mes de agosto un «grupo de violentos» atacó la vivienda y la clínica veterinaria de Simarro, lo que impidió la apertura de sus puertas después de que aparecieran cubiertas de silicona. Además, varias sedes del PP, como la de Marratxí, han sido objeto de pintadas.