A escasas semanas de que acabe el verano, el alcalde de Puigpunyent, Gabriel Ferrá, ha publicado un bando sobre medidas de ahorro de agua. Esta ordenanza contrasta con las manifestaciones realizadas hace unos meses por miembros del equipo de gobierno que alardeaban de que el suministro estaba más que garantizado. El bando ha sorprendido a muchos vecinos que han expresado sus críticas ya que, a diferencia de otros años, no se ha llevado a cabo desde el Ajuntament ninguna campaña de concienciación sobre un uso racional del agua.
El suministro de agua potable de Puigpunyent se hace desde dos pozos principales y otros dos complementarios. Uno de los pozos principales está parcialmente obstruido. Se ha solicitado a la Conselleria autorización para llevar a cabo una nueva perforación, pero ésta todavía no se ha recibido. Según el bando, este hecho «ha incidido en una disminución de la calidad del agua y ha provocado que se haya tenido que complementar el servicio con camiones cisterna hacia los depósitos municipales». Ante el alarmante bajo nivel de los pozos, la ordenanza prohíbe llenar aljibes, depósitos o piscinas con agua de la red municipal, regar jardines, o limpiar terrazas y fija un consumo máximo de 150 litros por persona al día.