Un tercer sabotaje en tan sólo 15 días contra los parquímetros de la ORA, fue denunciado ayer ante la Policía Local por los responsables de la empresa municipal Sóller 2010. La empresa tuvo constancia de este tercer «ataque» a los expendedores de tickets de aparcamiento durante la jornada del viernes. El sabotaje -supuestamente autoría de personas contrarias a la ampliación de la zona azul a casi todo el casco urbano- creó muchos quebraderos de cabeza al personal de la empresa encargada del servicio. Se trata de la tercera vez que las máquinas son inutilizadas desde que se anunció la ampliación de la zona regulada, primero a 14 calles y plazas y, la pasada semana, a siete más, muchas de ellas hasta ahora zonas de aparcamiento gratuito.
Si en los dos primeras ocasiones los autores pintaron las ventanas de lectura sobre todo en el barrio del Celler, en la madrugada del viernes ensuciaron con algún tipo de grasa las situadas en diferentes puntos del pueblo, algunas ya en servicio y otras todavía precintadas. Los hechos, pendientes de evaluación económica, afectaron a unas 30 máquinas y causaron muchos problemas a la empresa, hasta el punto que su gerente, Jaume Casasnovas, aseguró que se habían perdido «días de recaudación».
Algunos de los parquímetros fueron pintados con pinturas especiales utilizadas en la industria náutica, lo que encarecerá su limpieza y reparación. En otros casos los autores prendieron fuego al plástico que cubría las máquinas fuera de servicio.
Pero los ataques vandálicos no se han limitado en esta ocasión a los aparatos sino que los carteles del despacho profesional del alcalde, Carlos Simarro, aparecieron completamente pintados con los mismos materiales.
Simarro ha lamentado «profundamente» estos hechos y asegura que la implantación de la ORA «continuará adelante porque es la mejor solución para la problemática del aparcamiento en los barrios». El alcalde lamentó también la «mala imagen» que están dando algunos sollerics con estos actos «antidemocráticos».