Los titulares de refugios de fauna han reaccionado con malestar frente a la decisión del Consell de Mallorca de imponer a estas zonas una tasa cuyo montante, según este colectivo, dobla al que pagan los vedados de caza particulares y es ocho vez mayor al que sufragan las sociedades de cazadores por sus vedados sociales.
Los propietarios de fincas convertidas en refugios de caza recuerdan que en éstos no se caza, las poblaciones de animales se recuperan, aumentan y, de esta forma, se permite la recuperación de su fauna.
Hasta ahora, tanto la tramitación como el mantenimiento de los refugios de fauna estaba exentos de cualquier tasa por parte de la Administración insular. Una excepción, «completamente justificada», sostienen los afectados por la nueva carga fiscal, «por la función ambiental, social y de recuperación cinegética de estos espacios».
Revisión
Fuentes del Consell de Mallorca apuntan que la tasa se contempla en el marco de la revisión de conceptos e importes para trámites de caza, que ya se había hecho en 2001 en una ley de medidas tributarias del Govern.
Asimismo, sostienen estas mismas fuentes, la creación de la tasa para los refugios de fauna responde únicamente a la necesidad de cubrir los costes de las tareas administrativas que se han de llevar a cabo durante cada año en el departamento insular de Medi Ambient. Desde el Consell de Mallorca también aseguran que, actualmente, existen 90 refugios de fauna y no se ha entregado a esta administración ninguna memoria que los justifiquen. Por este motivo, la institución supramunicipal pretende garantizar que estas zonas «cumplan las funciones y objetivos por los cuales fueron creadas y cumplan la ley».
Agravio
«En ningún momento el Consell de Mallorca ha querido crear un agravio comparativo. De hecho, la modificación de la Llei de Caça incluirá la aplicación de bonificaciones para aquellos refugios de fauna cumplan con la ley. Serán de un 75 por ciento, las mismas que se aplican a los vedados de sociedades de cazadores», aclaran desde la institución insular.