Tiene un siglo de historia y sin embargo ayer le tocó competir con la vecina Fira de Son Ferriol. La Fira de Santa Maria superó el reto con creces y acompañada por un sol espléndido tras una tarde noche de intensas lluvias, atrajo a varios miles de personas a la localidad.
La Fira de Santa Maria es y no es una feria al uso. A lo largo de su historia ha sabido conservar la esencia tradicional que concentra en los alrededores de la plaza Nova pero apuesta además por un público alternativo, comprometido con las nuevas tendencias de agricultura ecológica y comercio sostenible.
La fama de la Fira Alternativa crece edición tras edición y atrae cada primavera a un numeroso público cansado de las ofertas más comerciales. Faltaron no obstante ayer las asociaciones conservacionistas como el GOB que prefirieron esta vez concentrar sus esfuerzos en la masiva manifestación de sa Ràpita.
En general descendió el número de paradas pero el aumento de atracciones contribuyó a mantener su habitual extensión.