Media docena de jóvenes del PSM acompañados por algunos rostros históricos del partido como Salvador Ramon, Joan Crespí, Antoni Marquet y Joan Cerdà, enlazaron el pasado sábado por la tarde el gallo de la rotonda de la carretera de Pollença al Moll. El hecho, enmarcado en la campaña enllaça't pel català a la que se adhieren instituciones públicas y entidades de toda clase no habría pasado de la pura anécdota a no ser porque minutos después de la actuación los autores del acto reivindicativo fueron identificados por orden del alcalde, Bartomeu Cifre Ochogavía (PP), por varios agentes de la Policía Local. También comparecieron varios agentes de la Guardia Civil aunque estos no levantaron acta.
El alcalde alega que no había sido informado previamente de la actuación. «No habían pedido permiso ni al Ajuntament ni al Consell de Mallorca (titular de la carretera) y con el jaleo que teníamos (este fin de semana se celebraba la Fira del Vi) por una cuestión de seguridad decidí enviar a la policía para que identificase a las personas que había allí para que hubiera un responsable en caso de que pasara algo», aseguró ayer el alcalde de Pollença, Bartomeu Cifre Ochogavía, que sostiene que «si me hubieran pedido permiso les hubiera autorizado».
Transcurridos apenas unos minutos desde la intervención el lazo ya había sido requisado por la Policía. En la Plaça de l'Almoina, un lazo de menores dimensiones daba testimonio de lo ocurrido esa misma tarde.
La polémica no ha hecho más que aumentar al saberse que el domingo por la mañana el president del Govern, José Ramon Bauzá, visitó acompañado de parte de su ejecutivo y del PP local la Fira del Vi de Pollença. La oposición no había sido informada, cosa que pudo evitar una pitada similar a la vivida en otras ferias recientes en la Part Forana.