Surgió en 1973 de un grupo de amigos amantes de la naturaleza y especialmente de las aves que decidieron constituirse en una pequeña asociación encaminada a fomentar la divulgación y conservación de las aves. La conservación de las aves requiere necesariamente la preservación de su entorno, y así fue como el Grup d'Ornitologia Balear (GOB) fue evolucionando hasta convertirse ya en los años 80 en un referente (prácticamente el único) de la ecología balear.
Extendió una amplia red de delegados en la Part Forana y consiguió hitos históricos. La compra de la finca de la Trapa fue uno de los más sonados, pero hubo muchos otros. El trabajo reivindicativo se combinaba con el de divulgación y ha sido vital en la preservación de muchos espacios naturales de las Illes.
Con el paso del tiempo los delegados del GOB en la Part Forana fueron desarrollando sus propias plataformas creadas para frenar ataques medioambientales específicos. Es el caso por ejemplo de Son Real no té preu, Amics de la Vall de Coanegra y muchos otros. El GOB ha perdido implantación en la Part Forana y ahora busca recuperarla. De sus cerca de 4.500 socios aproximadamente la mitad residen fuera de Palma.
«No lo vemos como algo negativo, sino como una evolución, es bueno que existan grupos conectados pero que tengan su propia autonomía, que abarquen más terreno, lo que hemos de procurar es tener una buena coordinación», explica la coordinadora del GOB, Margalida Ramis.
El GOB convocó ayer a sus históricos de la Part Forana para marcar una estrategia común que favorezca la creación de una red territorial fuerte que permita responder con rapidez y contundencia a los posibles ataques medioambientales.
«La fuerza de la sociedad frente a los cambios que vienen ha de sumar», dice Margalida Ramis, que explica que «hasta ahora todo son anuncios por parte del Govern, se habla de nuevos puertos deportivos, del campo de golf de Son Baco... son alarmas que esperamos que no vayan más allá, pero tenemos que estar preparados para responder».