La segunda movilización de los vecinos de Son Servera para que se abra al tráfico la carretera que une el pueblo con Cala Millor, cerrada tras paralizar el Govern las obras de tren Manacor-Artà, ha conseguido su objetivo.
Unos cincuenta vecinos, con el alcalde Josep Barrientos (PSOE) y primer teniente de alcalde Antoni Servera a la cabeza, se desplazaron ayer hasta Palma para manifestarse hasta el Consolat de Mar y entregar 2.000 firmas que exigen la reapertura de la vía.
La sorpresa fue que a mediodía, el presidente del Govern, José Ramón Bauzá, y el conseller d'Agricultura, Medi Ambient i Territori, Gabriel Company, recibieron sin cita a Barrientos y Servera. Tras exponer la problemática que supone esta carretera cerrada para los vecinos, Bauzá y Company se comprometieron a que en un plazo de 15 días se daría con una solución al problema.
De este modo, se han suspendido el resto de movilizaciones previstas para la semana que viene para dar un margen de confianza al Govern. «Nosotros sólo queremos que se arregle el tema, no repartir culpas. Nos hemos visto forzados ante la falta de diálogo», declaró Barrientos.