El Ajuntament de Vilafranca ha impulsado una serie de medidas para regular el tráfico, aumentar la seguridad de los peatones y potenciar el comercio local. Una de las actuaciones que se están estudiando en estos momentos es la implantación de la zona azul gratuita en el tramo de la carretera que atraviesa el casco urbano. Así lo confirma a este periódico el alcalde de la localidad, Montserrat Rosselló.
«En este tramo de la carretera hay una gran fluidez de tráfico. El Consell cedió al Ajuntament la carretera tras la variante. Se habilitaron unos aparcamientos en un lado de la carretera y en el otro se pintó linea amarilla con la prohibición de aparcar. El objetivo era que los coches pudieran estacionar unos minutos para comprar y facilitar una rotación ya que en esta zona hay muchos comercios y las tradicionales botigues de frutas y verduras».
Con el tiempo, explica el alcalde, se ha comprobado que «se deja el coche aparcado durante horas con lo que hemos decidido que se implantará este sistema para que los coches sólo puedan estar un máximo de 20 minutos».
Respecto al control, el alcalde explica que de momento será el policía local el que realizará la vigilancia y controlará el tiempo de estacionamiento.
Rosselló explica que también se ampliará la línea amarilla de la carretera de tal manera que dejé tres metros. El objetivo es aumentar la seguridad de los peatones y también para que los camiones circulen a una mayor distancia de las aceras.
El alcalde comentó que se ha pedido presupuestos y que «se hará enseguida que podamos destinar una partida económica».
Por otro lado, otra de las actuaciones que se han llevado a cabo recientemente ha sido la habilitación de aparcamientos en la plaza de Tomeu Penya, lo que ha generado opiniones diferentes.
El alcalde defiende que «es una medida para desatascar el tráfico. Se han ganado siete aparcamientos de vehículos, otros de bicicletas y motos. La gente está satisfecha porque hay mayor comodidad».