El borrador de la nueva Ley de Turismo que prepara el Govern balear elimina las viviendas vacacionales como producto y solo se refiere a ellas de manera indirecta a través de las empresas de comercialización. Eso supone en la práctica que los propietarios de viviendas autorizadas deberán obligatoriamente darse de alta como empresarios turísticos o bien recurrir a una agencia de comercialización externa para comercializar sus negocios.
La medida ha despertado un gran malestar en Pollença, municipio que alberga un 90 por ciento del negocio y que debatirá esta noche en pleno una serie de alegaciones que buscan un reconocimiento expreso del producto.
Alegaciones
También han presentado alegaciones la Asociación de Propietarios de Viviendas Vacacionales y la Asociación de Empresas Turísticas Vacacionales, ambas con sede en el municipio y que representan a cerca e 1.500 propietarios.
Solicitan que se les equipare con otros productos turísticos reconocidos como los hoteles, hostales o agroturismos y piden idénticas facilidades a la hora de poder aprovechar infraestructuras como garajes o porches para habilitar servicios complementarios, como puede ser una piscina.
Los empresarios de viviendas turísticas vacacionales se sienten «discriminados» respecto al resto del negocio y temen especialmente las sanciones de entre 4.000 y 40.000 euros que contempla el borrador de la nueva ley para aquellos empresarios que comercialicen viviendas vacacionales no autorizadas previamente por Turisme.