Los vecinos de Puigpunyent se han visto sorprendidos por la instalación durante la pasada madrugada de dos máquinas de compostaje en la recién remodelada Plaza del Ajuntament. En este caso la necesidad ha agudizado el ingenio.
El Ajuntament se ha visto obligado a sacarlas del Punto Verde para abaratar costes y obtener un dinero extra que ayude a pagar el coste del alquiler. Paga 4.300 euros cada mes y se debe a la empresa propietaria medio año de alquiler. Y todo ello, pese a que a que el alcalde ya anunció en su día a que este pago mensual estaba siendo «insoportable» para las arcas municipales y que habría novedades.
Éstas han llegado ahora, pero rodeadas de polémica. Con esta medida, el equipo de gobierno pretende seguir en su línea de defensa del reciclaje, acercando las máquinas a los vecinos del municipio, para que sean ellos mismos los que participen de una forma más directa y activa en el proceso del compost. El Ajuntament ha reclamado los servicios de un técnico del País Vasco, al que han alojado en el hotel Son Net, con el fin de realizar unas jornadas de formación para los vecinos interesados. Cada vecino que use las máquinas deberá pagar antes tres euros en las oficinas del municipales, quedando exentos de un porcentaje de la tasa de recogida.
Por su parte, el dinamizador cultural del municipio ya ha manifestado que «la idea es brillante, pues a la vez daremos vida a una plaza que nos ha quedado un poco grande para lo pequeño que es el pueblo».
Fiestas y bodas
El almacén que habían estado ocupando hasta ahora las máquinas se dedicará a otros usos, como la celebración de fiestas o como salón de bodas civiles.
Por su parte, el PP critica que «al menos podrían haber tenido la delicadeza por estas fiestas los niños no deban pagar para utilizarlas».
El alcalde ya ha iniciado contactos con varios ayuntamientos de la Isla, para llevar a cabo este verano una exposición itinerante y así conseguir que alguno se quede en propiedad alguna de las máquinas.