La mayor parte de los comerciantes del centro de la ciudad optaron ayer por expresar su indignación por la decisión del Ajuntament de Manacor de recortar la instalación de luces de Navidad en las principales calles del conjunto histórico, media hora antes de la iluminación 'oficial' de un árbol en la plaza del Rector Rubí con la colaboración de la Banda Municipal de Música.
Eran las 19 horas y, siguiendo las recomendaciones de la asociación de comerciantes, los comercios apagaron sus luces exteriores y muchos de ellos, con sarcasmo, salieron a la calle con velas encendidas.
Una acción de protesta que quiere poner de relieve su malestar ante las medidas de austeridad del equipo de gobierno PP-AIPC que, según la presidenta de los comerciantes del centro, Maria Magdalena Brunet, «es difícil de entender». Para Brunet «es una barbaridad la plaza de sa Bassa sin luces» y lamentó que el Ajuntament «no nos haya ni escuchado cuando pedimos una reducción de las luces u otras medidas».
Crisis
La presidenta también incidió en que «la falta de luces repercutirá en un descenso de las ventas cuando la campaña de Navidad solía ser buena».
En algunos tramos comerciales, los propios empresarios han engalanado la calle con decoración navideña ante la falta de implicación institucional.
De todos modos, un centenar de personas acudieron a la plaza del Rector Rubí para presenciar un acto sin precedentes en la historia moderna de la ciudad. La encendida del árbol que se convirtió en el inicio de las fiestas navideñas y del programa de actos que ha programado el Ajuntament de Manacor enfocado a los niños.