La residencia Bell Entorn de Sóller, de propiedad privada pero con 30 plazas concertadas a través de los servicios sociales municipales, no seguirá asumiendo el coste de la atención geriátrica a estos residentes si no cobra la elevada deuda que el administración arrastra con la empresa propietaria Sóller Invest: cerca de tres millones de euros. De esta cantidad, 600.000 euros, corresponden al convenio con la Fundación para la Dependencia que están retenidos por el Govern. El resto corresponde a pagos atrasados del Ajuntament.
Ante esta situación «insostenible», la empresa comunicó días atrás a las familias afectadas que no podría continuar prestando el servicio en estas condiciones. Según el concejal de Servicios Sociales, Antoni Arbona (PP), «el Ajuntament no puede pagar ahora la deuda y tampoco llega el dinero del Govern, por lo que la mayoría de familias tendrán que asumir el coste íntegro del servicio» Este coste es de un mínimo de 1.757 euros mensuales. Arbona admite que no todas las familias con plaza concertada podrán asumir esta cuota ya que «hay 10 residentes que no tienen recursos».
Dirección
Por su parte el director de la residencia, Bernat Rullán, aseguró que «ya no se puede aguantar ni un día más la situación», recordando que «la residencia ha asumido el coste íntegro de estos usuarios durante 17 meses.
En los últimos años el Ajuntament ha procurado hacer pagos parciales de la facturación, que asciende a 120.000 euros mensuales, pero desde el mes de junio de este año estos pagos se han reducido aún más.