Mientras juega al despiste con los 240 millones de euros prometidos para la financiación del tren Manacor-Artà, el Gobierno de España se ha gastado en los últimos ocho años entre 54.000 y 135.000 millones de euros en la construcción de líneas ferroviarias de alta velocidad (AVE) en territorio peninsular. Aquí las obras del tren de Llevant están paradas y la situación provoca manifestaciones como la de hoy a las 12,30 en Son Servera.
El Ministerio de Fomento se comprometió con el Govern del Pacte a hacer efectivos varios convenios por valor de 433 millones de euros para proyectos ferroviarios en Mallorca. De tal montante, 240 millones eran para recuperar el corredor ferroviario Manacor-Sant Llorenç-Son Servera-Artà. No obstante, una vez iniciadas las obras, el Gobierno -«crisis obliga»- sólo ha podido satisfacer hasta el momento 28 de los 240 millones comprometidos. El problema se agrava cuando, pese a dilaciones en la financiación estatal, el anterior Ejecutivo balear licitó obras por valor de 120 millones sin disponer de ellos de forma tangible.
Sin embargo, según se desprende de las informaciones del ministerio que dirige José Blanco, la borrasca que barre la economía española parece no afectar a todos por igual.
Incapaz de dar una solución de continuidad a los 30 kilómetros de vía férrea Manacor-Artà antes de la celebración de las elecciones generales, el Ministerio de Fomento no ha escatimado esfuerzos en extender la alta velocidad hacia todos los puntos cardinales de la península española. Actualmente, el territorio peninsular cuenta con 4.500 kilómetros de líneas ferroviarias de alta velocidad en construcción y 2.665 ya en funcionamiento, de los cuales, 1.600, se han puesto en marcha durante la última legislatura de Rodríguez Zapatero.
En términos monetarios, ¿en qué se traduce la fe ciega del Gobierno en el AVE? Según datos de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) el mantenimiento de un kilómetro de alta velocidad en funcionamiento le cuesta cada año al Estado unos 200.000 euros. Es decir, 533 millones anuales. En cuanto al coste de los 4.500 kilómetros de AVE en fase de construcción, éste se ha cifrado entre los 54.000 y 135.000 millones.
La construcción de un kilómetro de alta velocidad cuesta entre 12 y 30 millones. La amplia horquilla se debe a las dificultades geológicas de las orografías por la que discurre la vía del AVE. La necesidad de túneles y puentes encarece las obras. Sólo en 2010, el gobierno del PSOE presupuestó 5.766 millones para líneas de alta velocidad frente a los 240 plurianuales para el tren Manacor-Artà.