El mercado de Santa Maria, uno de los más grandes y visitados de la isla, debe mantener su carácter payés. Con tal objetivo, el Ajuntament aprobó la semana pasada una significativa modificación de las tasas que regulan la instalación de puestos y que bonificará a los placers que vendan productos propios, ecológicos o de las Islas y que, por otro lado, penalizará las paradas de mayor longitud.
Hasta final de año, el Consistorio mantendrá la tasa vigente, única y general para los vendedores, de 6 euros por traste por día de mercado. Un traste es un puesto de tres metros. Sumando trastes, las paradas pueden llegar a medir 6, 9 o 12 metros.
A partir de 2012, la tarifa general pasará a costar 7 euros por traste. Ahora bien, los placers que vendan productos propios (cultivados o procesados por ellos), ecológicos o de Balears obtendrán bonificaciones. Si venden producto balear, el precio del traste será de 6 euros. Si venden producción propia, les costará 5, y si venden producción propia y ecológica, el traste les saldrá por solo 4 euros.
El concejal de Mercado, Guillem Ramis, explica el objetivo de la reforma: «La tendencia era que aparecieran mercaderes de compra-venta, de forma que los productores locales quedaban algo arrinconados. Con estas tarifas queremos invertir la dinámica y proteger al productor local». «No pretendemos penalizar a nadie, sino favorecer a los payeses».
La modificación de tarifas también prevé una penalización para las paradas más largas. Actualmente, el precio del primero, del segundo y del tercer traste es el mismo. Es decir, un puesto de 3 metros de largo cuesta 6 euros cada domingo, uno de 6 vale 12, uno de 9 metros 18 y sucesivamente.
Nuevos precios
Con la nueva tasa, el vendedor que solicite un segundo traste adicional deberá pagar 20 euros extra cada seis meses. Seis meses es el período de tiempo mínimo para poder alquilar una parada. Si el vendedor solicita un tercer traste deberá pagar 40 euros adicionales trimestrales, 60 por el cuarto y así sucesivamente.
Aplicando este tipo de tarifas, el Ajuntament busca «que los placers que disponen de una parada de tres y cuatro trastes renuncien a un espacio que quizás no aprovechan y así poder alquilarlo a otros mercaderes», argumenta Ramis. El concejal recuerda que pese a que el mercado de Santa Maria dispone, actualmente, de cerca de 500 puestos, «hay payeses de Santa Maria que querrían vender pero que no pueden a causa de la falta de espacio».