Con 345 votos a favor, 156 en contra y 3 abstenciones, la asamblea de socios del club náutico de sa Ràpita aprobó anoche modificar el acuerdo de concesión de amarres.
De esta manera, los socios cesionarios están ahora en condición de negociar con Ports de les Illes Balears la posibilidad de prorrogar 30 años más la concesión de sus amarres y poder transmitirlos a terceros, dando así una solución de continuidad a los actuales 35 años de uso que han tenido.
Miguel Modolell, representante de los socios cesionarios, mostró su satisfacción pero señaló que «se trata del primer paso, hay que seguir para alcanzar nuestro objetivo», en referencia a la negociación con Ports de les Illes.
Asamblea
A las seis de la tarde, la carpa habilitada para la asamblea ya estaba llena y la cola de gente que quería entrar era importante. Poco pasadas las seis, el presidente de la Junta directiva, Miquel Sunyer, decidió dar inicio a la sesión lo que significó pitos y abucheos de toda la gente que todavía estaba fuera. Asimismo, los abucheos se incrementaron cuando al poco de hablar en catalán, Sunyer decidió continuar en castellano. La directiva expuso los hechos, y apostó por ser punto de encuentro entre cesionarios y arrendatarios.