El centro cívico de Ca'n Picafort acogió el miércoles por la noche el primer pleno en la historia de este núcleo urbano, uno de los tres, junto a Son Serra y la Vila, que conforman el término municipal de Santa Margalida.
La ley obliga a que los ayuntamientos celebren sus plenos (salvo causa de fuerza mayor) en la Casa Consistorial, en este caso en Santa Margalida, entendiendo por fuerza mayor cuestiones como la realización de obras. Es por eso que hasta ahora ningún municipio de los muchos que hay diseminados en Mallorca, había celebrado plenos en todos sus núcleos urbanos.
Todo cambio implica unos riesgos y así lo hizo constar en acta el miércoles por la noche en el primer pleno en la historia de Ca'n Picafort el portavoz del PP, Martí Torres, quien advirtió de que cualquier acuerdo de pleno que no se celebre en la Casa Consistorial podrá impugnarse.
Ante un auditorio próximo a las 100 personas, el alcalde, Miquel Cifre, aseguró que «no existe mayor causa de fuerza mayor que la de acercar la democracia al pueblo» y aseguró que «sólo un golpe de estado como el del 36 impedirá que siga celebrando plenos en Ca'n Picafort y Son Serra». El pleno trató cuestiones vitales como la prórroga de la concesión del suministro de agua a Ca'n Picafort y Son Serra, duró hasta la medianoche y concluyó, después de un turno de preguntas del público, entre aplausos.