El Ajuntament d'Inca ha cerrado el ejercicio presupuestario a 31 de diciembre de 2010 con números rojos, una situación que solo se había dado una vez en los últimos 30 años (en 2008) y que le lleva a plantearse la búsqueda de nuevas fuentes de financiación, entre otras la privatización del suministro de agua potable.
La coorporación municipal ha ingresado menos de lo presupuestado en 2010 por lo que la reducción del gasto realizada no ha sido suficiente para evitar cerrar el ejercicio en negativo. El déficit alcanza 1.077.509,22 euros a los que hay que sumar además cerca de 1 millón de euros más de facturas extrajudiciales. Queda un remanente de tesorería negativo de 635.000 euros, una deuda que deberá cubrir el Ajuntament con un superhábit de igual cantidad en las cuentas de 2012, un reto que se presenta difícil.
El Gobierno central ha reclamado al Ajuntament d'Inca 2 millones de euros correspondientes a las aportaciones que realizó en 2008 y 2009 bajo cálculos erróneos que ahora obligan a recortar la consignación estatal para 2010. Este desfase del gobierno central sumado a otros desajustes previstos en los ingresos calculados erróneamente por el propio Consistorio (estimaba ingresar por las concesiones de los puestos y tiendas del mercado cubierto 1.800.000 euros que no han llegado), dejan las arcas municipales en una situación complicada lo que ha obligado, entre otras medidas, a concertar un crédito oficial con el Estado(también aprobado ayer en pleno) por valor de 1.054.000 euros para pagar 327 facturas de un total de 126 proveedores. Dos facturas fueron retiradas de la propuesta porque las contrataciones no cumplían el procedimiento legal (se trataba de pagos fraccionados por servicios de seguridad durante el Dijous Bo que superan el máximo permitido por ley).
Además de la contratación del crédito extraordinario, el Ajuntament se plantea otras medidas para ganar liquidez, entre otras la privatización del suministro de agua potable.