Los muebles antiguos, cuadros, herramientas de campo, música, libros, utensilios de cocina o cualquier objeto que no se encuentra actualmente en los comercios habituales sirvieron de reclamo para miles de personas que no se quisieron perder ayer la XIX edición de la Fira de l'Ocasió i Segona Mà que se celebró, como cada año, en el municipio de Maria de la Salut.
Desde primera hora de la mañana, los amantes de las antigüedades empezaron el regateo con los vendedores para conseguir el mejor objeto al mejor precio. Incluso algunos visitantes que sólo se acercaron hasta Maria para pasear durante la mañana no se pudieron resistir a adquirir algunos de los preciados artículos que ayer estaban a la venta.
Una de las paradas que llamó más la atención fue la de muebles antiguos. A pesar de que algunas piezas necesiten restaurar, los amantes de estos objetos no dudan al comprar un canterano o una silla antigua para restaurarla y exponerla en sus casas.
Pero en Maria no todo eran antigüedades. El buen comer también tuvo un lugar preferente.