A pesar de que sólo hay una persona en sa Pobla que usa 'niqab', los vecinos se congratularon ayer con la noticia de que el equipo de gobierno prohibe la utilización de los velos integrales, pasamontañas, cascos integrales o cualquier tipo de vestimenta que no permita la identificación de las personas en los locales y espacios públicos del municipio.
«Si queremos eliminar el racismo tenemos que promover la igualdad», explicaba Miquel Caldés, mientras que desde el colectivo magrebí, Changhal El Aissaoui, puso como ejemplo que «si vas al hospital el médico te debe ver la cara mientras te hace la consulta».
Desde la oposición también se mostraron de acuerdo con la propuesta, que se debatirá el lunes en pleno, a pesar de que criticaron la manera de actuar del alcalde, Biel Serra. «Én una cuestión de esta envergadura se tiene que buscar el consenso», explicó el portavoz del PSOE, Lluís Socias, que añadió que «en la campaña electoral, Serra intentó seducir a los magrebíes para conseguir su voto y ahora que lo han hecho alcalde ha sacado la postura más radical del PP».
Joan Comas (IxSP), aseguró que «estoy a favor de la modificación de la ordenanza», aunque añadió que «no entiendo que Serra diga que quiere consensuar las propuestas cuando nos enteramos de las iniciativas en el último momento».
Por su parte, Joan Josep Capó (Lliga) y Margalida Vidal (PSM), también criticaron la manera de actuar de Serra. «No es ético que primero se enteren los medios que la oposición», dijo Capó. Vidal opinó que «Serra podría ser más elegante».
Por su parte, el alcalde dijo que «políticamente, la oposición puede desviar la atención hacia donde quieran» y contestó las acusaciones de Socias: «Que no se piense que lo que no ha podido arreglar en cuatro años, lo solucione con unas declaraciones que sólo sirven para tapar su inactividad política».