El equipo de gobierno municipal en minoría de Pollença (PP-LLiga) fue incapaz ayer de aprobar las cuentas municipales del 2011. Unos presupuestos que rebajaban en 1,6 millones de euros los presupuestos del 2010 y que no reflejan más inversiones que las ya previstas a principios de año (muchas de ellas ejecutadas por el equipo de gobierno anterior).
El recorte alcanza a proyectos emblemáticos como el auditorio de Moneo y se suprime también el medio millón de euros que el municipio preveía ingresar por el Impuesto de Actividades Económicas (IAE) derivado de la autorización de la reforma del hotel Formentor.
Pagos en el aire
Todo ha quedado en nada tras verse obligado el gobierno municipal a dejar las cuentas sobre la mesa. Quedan en el aire los pagos de obras ya ejecutadas como la mejora integral de la urbanización de Gotmar (aún se debe la cuota de los ejercicios 2010 y 2011), el centro de día (acabado y cerrado desde principios de año) y otras previstas en el Pla d'Obres i Serveis 2011.
El alcalde de Pollença, Bartomeu Cifre (PP), lamentó ayer la situación en la que queda el municipio, más teniendo en cuenta que «UMP nos había garantizado su abstención lo que posibilitaba la aprobación de los presupuestos, pero durante el pleno ha cambiado su intención de voto, ha dicho que votaría en contra y eso nos ha obligado a dejar las cuentas sobre la mesa», dijo. PP y Lliga gobiernan Pollença en minoría con un total de ocho regidores mientras que CxI, PSOE, Alternativa, PSM, Esquerra y UMP, conforman la oposición y suman nueve.
Cifre explicó ayer que «UMP se encuentra en pleno proceso de renovación interna y habíamos quedado en que una vez completada la renovación, pasado el verano, miraríamos de cerrar un acuerdo rápido para integrarlos en el gobierno». «Creo que la suya no ha sido la actitud correcta de un partido que tiene la intención de participar en el gobierno», añadió.
Denuncias
Los grupos de la oposición denunciaron ayer la falta de tiempo para estudiar los Presupuestos municipales, motivo por el que anunciaron que votarían en contra de los mismos por lo que PP y Lliga los dejaron sobre la mesa.