Uno de los mayores tesoros patrimoniales de Sineu necesita una actuación urgente. La iglesia de Santa Maria, construida, se cree, en 1249, ha sido sometida a varias mejoras en su interior y ahora es su fachada principal la que reclama una actuación urgente. De hecho, el portal mayor del templo parroquial lleva dos años apuntalado para evitar que haya desprendimientos que puedan hacer daño a los sineuers que acuden a misa o a las personas que cada miércoles visitan el mercado.
Con el objetivo de encontrar la financiación necesaria que permita realizar la reforma, la parroquia de Sineu ha organizado una pamboliada popular que se celebrará el próximo sábado a las 21 horas en la Plaça de Sant Marc.
Rehabilitación
Según explican desde la parroquia, la mejora de la fachada todavía no está presupuestada porque el proyecto de rehabilitación está en manos del departament de Patrimonio del Consell, dado que el centro histórico de Sineu fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC). Lo que sí se ha hecho público es que la mejora del muro del templo se realizará en tres fases, ya que además de reformar el portal mayor, se debe rehabilitar la fachada que sufre lo que se conoce como e l mal de la pedra . Con el paso del tiempo, las sales del agua de la lluvia han dañado el marés , provocando que sufra varias microrroturas. De hecho, si uno contempla la fachada podrá ver el contraste existente entre las zonas más dañadas y las que menos lo están.
No es la primera vez que el pueblo se vuelca en la mejora del templo parroquial. De hecho, según cuenta Joan Josep Bonnín, encargado del mantenimiento del templo, «hace cinco años que la parroquia organiza sopars a la fresca y el dinero recaudado durante estos años se han invertido en mejorar el interior de la iglesia, que también necesitaba una severa mejora».
Cenas benéficas
«La experiencia nos dice que el pueblo de Sineu no decepcionará a su iglesia y acudirá a la cena, ya que en años anteriores hemos congregado a unas 100 personas y en esta ocasión hemos puesto a la venta 200 tickets a un precio de diez euros» asegura Bonnín.