Contra la justicia y a favor del olvido. El racó de la memòria de Porreres, el lugar donde se llevó a cabo el fusilamiento de decenas de republicanos detrás del oratorio de la Santa Creu, ha sido escenario de un acto vandálico en contra de la memoria histórica.
El panel explicativo del espacio que contaba con el poema, Els nostres morts , del escritor Miquel López Crespí ha sido arrancado de su lugar original. Aunque efectivos de la Policía Local han buscado el atril por la zona no se ha encontrado ningún indicio.
Desde Memòria de Mallorca, su secretario, Bartomeu Garí, manifestó ayer la «indignación y repulsa a este hecho». Garí expresó su «rechazo» a este ataque, sospechando que «no ha sido gente de Porreres».
Asimismo, Garí avanzó que se convocará la comisión de la dignidad para evaluar los hechos y estudiar las posibilidades de volver a colocar la placa. Una de las opciones que se barajan es inscribir el poema de López Crespí en un bloque de hormigón para evitar ataques y preservar el lugar.
Por su parte, el alcalde, Bernat Bauçà, también condenó los hechos ocurridos, presuntamente durante el fin de semana.
El racó de la memòria se inauguró el pasado abril con la réplica del mural de Frau, obra de Andreu Pascual y Jaume Ramis, además de la instalación de la placa que ha desaparecido. Asistió numeroso público y representación política.