El alcalde de Santa Margalida, Miquel Cifre (PSOE), lo tiene claro: en la procesión de la Beata la única protagonista es la Beata. Por este motivo, Cifre apuesta por una propuesta de protocolo «para evitar que la procesión se convierta en un desfile de autoridades».
Cifre considera que «es un absurdo que cada año haya unos 70 políticos invitados» por lo que tiene previsto reducir el nombre de autoridades hasta las 40 personas.
Por lo que se refiere al palco de autoridades, Cifre dijo que todavía no se ha decidido si se quitará o se mantendrá, aunque añadió que debe haber «algún espacio para que los invitados puedan ver la procesión».
Desde la oposición, el portavoz popular, Martí Torres (PP), tildó de «falta de respeto» el nuevo protocolo. «El Ajuntament, como institución, tiene que invitar a todos los alcaldes y autoridades principales aunque pero al alcalde no le gusta el color azul con el que se han teñido las máximas instituciones», manifestó el líder 'popular'.