Lejos de convertirse en un centro que sólo ve pasar los primeros años de vida de los más pequeños, la escuela infantil de 0 a 3 años Toninaina de Inca impulsa un proyecto pedagógico pionero basado en el respeto a los derechos de los niños que «considera a los más pequeños como seres capaces y activos y no solo receptores. La infancia no es un tiempo de espera, sino un tiempo de plenitud», según explican desde el centro educativo.
Con esta premisa, educadores, equipo directivo y familias constituyen una comunidad educativa que no solo incluye a las familias matriculadas en el centro sino también a padres con hijos de 0 a 3 años que no acuden a la escuela infantil.
Para este último sector, Toninaina ha puesto en marcha 'Espais Familiars', donde se llevan a cabo reuniones estables de madres y padres acompañados por personal del centro donde se quiere impulsar el proceso de socialización de los pequeños, además de crear un espacio donde los padres puedan compartir intereses, dudas y experiencias. Por lo que se refiere a los alumnos matriculados, el centro ha impulsado un planteamiento pedagógico que se fomentan en que el niño es competente, activo y que sabe comunicar sensaciones internas desde el primer momento de vida.
Aunque el centro nació, en 1977, con el objetivo de ayudar a las mujeres a la integración laboral, actualmente también se trabaja para mejorar la cultura en la infancia e incentivar a los pequeños.