La escolarización de los alumnos para el próximo curso está siendo complicada en sa Pobla. La Conselleria d'Educació ha decidido que 15 alumnos de cuatro años nacidos en la Isla, pero hijos de inmigrantes (no hablan catalán ni español) sean matriculados en el colegio público Sa Graduada de sa Pobla y cursen sus estudios en una clase que no reúne las condiciones adecuadas.
La decisión del Govern no ha sido bien recibida por la comunidad educativa de la escuela, ya que temen que la llegada de los nuevos alumnos pueda derivar en la creación de un gueto o pueda disminuir la calidad de la enseñanza. Violeta Rodríguez, presidenta de la APIMA de la escuela Graduada, explica que «el centro sólo dispone de una línea de enseñanza y no tiene ninguna clase con las características adecuadas para que los alumnos aprendan en condiciones, pero Educació nos insta a que utilizamos una aula muy pequeña que se creó para desdoblar hace años una clase». El aula está en el primer piso, no dispone de lavabos adaptados para niños pequeños y el centro no tiene ascensor por lo que los niños deberán subir y bajar acompañados siempre por un adulto.
Sin respuesta
La APIMA critica la actitud de Educació, a quienes recriminan «haber impuesto su voluntad» sin haberlos «escuchado ni ver como es la clase». En este sentido, Rodríguez asegura que «tanto los padres de Infantil como la APIMA hemos enviado misivas a Educació sin recibir ninguna respuesta y cuando fuimos a la Conselleria para hablar con ellos, los responsable no nos recibieron». Los padres no quieren ni oír hablar de desdoblar el aula de infantil de cuatro años, ya que la clase actual de los niños de tres años (los que el año que viene harán cuarto) dispone de 26 alumnos, la mitad de los cuales ya son inmigrantes y consideran que dividirlos y mezclarles con niños que no hablan catalán «supondría volver a empezar desde cero».