El alcalde electo de Santa Margalida, el socialista Miquel Cifre (Suma pel Canvi) calificó ayer de «dramática» la situación del Ajuntament. «No hay liquidez, podemos pagar las nóminas de junio pero las de julio ya son otra cuestión», dijo ayer Cifre que ya ha anulado varios contratos firmados por el anterior alcalde Martí Torres (PP) porque «no hay dinero para pagar».
Se trata, entre otros, del alquiler de un local municipal en la Plaça de la Vila cuya contratación tenía un informe contrario de intervención y también de la edición de un libro apalabrado con un pintor local «que lo queremos hacer pero es imposible hacerlo ahora, hay un informe que advierte que no se podrá pagar», dice.
Cifre explicó que la interventora ha redactado un informe que cifra la deuda municipal en entre 10,5 millones y 11 millones de euros (deuda bancaria y no bancaria) y preocupa también la falta de liquidez.
Suma pel Canvi se enfrenta además a la situación en minoría. Miquel Cifre ya ha abierto conversaciones con el portavoz de Convergència, Joan Monjo, con la intención de buscar una mayoría suficiente.