La presidenta en funciones del Consell de Mallorca, Francina Armengol, ha dejado en manos de su sucesora, María Salom, un asunto que suele ser polémico cada año: el incremento de las tarifas del túnel de Sóller, el único de peaje de Mallorca y cuya construcción, en los años noventa, marcó el escándalo que llevó a Cañellas a dimitir y en el que también se vio envuelto, mediante el ingreso en una cuenta del PP de una comisión millonaria, la futura presidenta insular, que, para entonces, era una joven administrativa de la máxima confianza del secretario general del partido.
La propuesta con las nuevas tarifas había sido incluida en el orden del día del último pleno por el secretario, pero Armengol la retiró. Será una de las primeras decisiones que tenga que aprobar la nueva mayoría.
El conseller d'Hisenda, Obres Públiques e Innovació, Antoni Alemany, explicó a este diario que se habían detectado algunas «dudas administrativas», por lo que se decidió dejar sobre la mesa el tema.
IPC
De cualquier forma, la previsión de subida de las tarifas del túnel de Sóller ronda el tres por ciento correspondiente al IPC de enero. Así, la compañía Túnel de Sóller prevé que el peaje por el paso de un turismo suba de 4,55 euros a 4,70 euros. Así las cosas, ir y volver a Sóller por el túnel costará a un usuario no residente 9,4 euros, treinta céntimos de euro más que lo que se paga ahora.
Asimismo, el precio del peaje de las motos no residentes será de 1,90 euros (sube 10 céntimos); de las furgonetas, autobuses y camiones de menos de dos ejes, 7,40 euros (sube 25 céntimos) y el de camiones de más de dos ejes 8,40 euros (0,25 euros).
Las tarifas de los residentes subirán entre 5 y 10 céntimos. Los turismos pagarán 1,20 euros por trayecto cuando hasta la fecha son 1,15 euros.
Jordi Ferrer, gerente de la compañía, explicó que la subida corresponde al 95 por ciento del IPC. «Es una fórmula que está en el contrato y se viene aplicando desde el año 97. No nos lo hemos inventado».