La propiedad de la cueva de Ramon Llull ha señalado su predisposición a llegar a un acuerdo con el Consell de Mallorca y solucionar el lamentable aspecto que presenta el entorno de la cueva, ubicada en el santuario de Cura, en el término municipal de Algaida.
Después de que hace unas semanas se realizará alguna clase de ritual ante la escultura, sin manos ni cabeza, del beato, la propietaria de los terrenos, Catalina Morey, manifiesta que ella siempre se ha mostrado de acuerdo con la propuesta presentada por el Consell de Mallorca para reformar el entorno, pero señala que sólo piden vigilancia, «puesto que además de estas cosas que hacen ahora, -en referencia a los rituales- nos han roto la pared y las barreras, en varias ocasiones».
Sin permiso
También añade que «la escultura que hay allí, la instalaron sin nuestro permiso», según Morey. Los propietarios quieren que alguien «se comprometa a custodiar el espacio, que se tenga vigilada la cueva».
Estos años ha habido negociaciones entre la propiedad y el Consell y, según Morey, ya se tenían planos para realizar la adecuación del lugar, «pero finalmente el Consell nos dijo que no tenía dinero».
Perjudicados
Asimismo los propietarios dicen que mantendrán la cueva abierta aun cuando podrían cerrarla sin ningún inconveniente, ya que no hay ninguna ley que les obligue a tener el espacio abierto. De momento, Catalina Morey señala que son «los únicos perjudicados mientras mantenemos abierta la cueva, ya que nos dañan la propiedad».