«A la fi!, a partir d'ara el poble farà un alè» . Éste fue ayer el comentario en el pueblo de Son Servera cuando los vecinos se enteraron de que a las ocho de la mañana se había abierto la anhelada variante, que sirve para sacar el tránsito del pueblo. Y es que principalmente el meses de verano circulaban más de 9.000 vehículos diarios.
Trece millones de euros y más de un año de trabajo -la primera piedra se puso en diciembre de 2009- ha invertido la empresa constructora Melchor Mascaró para realizar los 2,5 kilómetros, que unen la carretera de Cala Millor y Portocristo con la vía que conecta Capdepera y Sant Llorenç y que pasa bordeando el casco urbano de Son Servera.
Provisional
Fue ayer a partir de las ocho de la mañana cuando se abrió la vía al tránsito rodado, todavía de manera provisional, puesto que los operarios trabajan finalizando algunos detalles como caminos adyacentes y la señalización vertical de la nueva variante.
Los vehículos y autocares de turistas procedentes de la carretera de Sant Llorenç todavía durante la mayor parte del día de ayer circularon, como siempre por dentro del casco urbano, puesto que no había ninguna señal que indicará la apertura de la nueva vía. No obstante los vehículos que procedían de la zona costera ya bordeaban todo el pueblo aprovechando la variante.
Día histórico
La satisfacción fue muy grande ayer para Son Servera, y su actual alcalde, Antoni Servera no dudó en calificar la fecha de «histórica», «hacía más de 25 años que hablábamos de la construcción de la vía». Y añadió: «Creo que ha quedado muy integrada en el entorno».
Además de Servera, Josep Barrientos, Damià Ripoll y Oliver, en su época de alcaldes, lucharon para que llegará este momento.