La concesionaria de la carretera de Manacor -Pamasa- ha solicitado al Consell de Mallorca la revisión del contrato suscrito con el organismo insular al no cumplirse las previsiones de crecimiento del tráfico por esta vía.
El desdoblamiento de la carretera de Manacor fue la primera obra pública que se realizó en Mallorca por el sistema del 'peaje en sombra'. El Consell adjudicó la ejecución de las obras a una Unión Temporal de Empresas de capital privado y la institución insular se comprometió a pagar un canon anual a la empresa en función del número de vehículos que circulen cada día por la carretera.
«El contrato preveía que si el tráfico baja más de un 15 por ciento del previsto se debe compensar a la concesionaria y este caso se ha dado», explica el director insular de Carreteres, Ernesto Santamaría, quien preciso que «se ha roto la barrera del riesgo de la empresa».
Informe
Ahora, el Consell estudia la petición y elabora un informe que se pondrá en conocimiento de las formaciones que integran el Consell. «La concesión tiene unos límites de riesgo y si no pasa el tráfico previsto, no lo asume la concesionaria», apunta Santamaría. «Al rebasar este riesgo da lugar a reestudiar el contrato».
En estos momentos, la concesionaria está cobrando «mucho menos» de lo que se estimó en su momento, por lo que pide el reequilibrio financiero de la concesión a raíz del «riesgo excesivo» . «Hay que tener en cuenta que no tienen un riesgo ilimitado».
Las previsiones de tráfico en su día fueron elaboradas por el Consell no por la concesionaria y si no se cumplen es el organismo insular el que ha de compensar. «Técnicamente es muy complejo; hay muchos matices. Hay una causa cierta y hay que ver lo que implica», remarca Santamaría.
Los términos del contrato implicaban que la empresa adjudicataria de la obra cobrara durante 33 años un canon de 0,020949 por vehículos ligeros y de 0,0335184 por vehículo pesado y kilómetro. Durante el tiempo que durase la concesión se estimaba que el Consell abonara entre 160 y 170 millones de euros. El contrato de adjudicación establecía también la posibilidad de que el Consell de Mallorca recuperase la concesión en un plazo determinado de años. En el periodo de ejecución de las obras ya se amplió la concesión en cuatro meses provocado por un incremento del 18 por ciento en el presupuesto de las obras en uno de los tramos del proyecto.
Pamasa
La concesión de la carretera está en manos de Pamasa, un grupo de empresas mallorquinas que cuentan con la participación también de la constructora madrileña Sacyr. La concesionaria corre a cargo con el mantenimiento de la carretera.