El Pi de Sant Antoni de Pollença ha dado esta tarde el primer susto de la jornada. El joven Joan Llorenç Bota Rotger ha resultado herido en el trayecto de bajada del pino desde la finca de Ternelles hasta la Plaça Vella donde ha hecho entrada el ejemplar de 21 metros de altura a lomos de una carreta. Al parecer, el joven ha perdido el equilibrio durante la bajada de la carreta y se ha golpeado contra el suelo.
Los efectivos sanitarios han atendido y posteriormente ha sido trasladado a un centro hospitalario, aunque las heridas no parecen revestir gravedad. Pese al incidente, el pino ha sido alzado por los jóvenes del municipio, que posteriormente han competido para coronarlo, algo que finalmente ha logrado Sergi Gómez, de 17 años.
Una tradición muy arraigada
Las fiestas populares de Pollença se anclan sobre la base del árbol que hace solo una semana seleccionaron y talaron los muchachos del pueblo en la finca de Ternelles (el de este año suma 21 metros) .
La Plaça Vella, una de las más hermosas de Pollença, es la encargada cada año de dar cabida al pino, protagonista indiscutible de la fiesta de Sant Antoni, pero que mantendrá su posición preferente junto a la iglesia hasta el primer día de Cuaresma en que se retira y almacena, utilizando tradicionalmente su madera para elaborar las espadas que los pollencins lucirán durante el simulacro de su otra fiesta grande, la de los Moros y Cristianos del mes de agosto.
No en vano, la Plaça Vella dispone de un agujero solo para aguantar el pino que los mozos izan en un peligroso juego de fuerza y equilibrio tan solo con la ayuda de unos cabos. Una vez izado el pino y bien enjabonado el ejemplar, comienza el imposible reto de treparlo hasta alcanzar la cesta que cuelga de su punta.