La base militar del Port de Pollença se abre a los nuevos mercados europeos consolidando así su función social como residencia vacacional para los ejércitos de los países miembros de la OTAN. El aeródromo militar tuvo en el año 2010 40.000 pernoctas, principalmente durante la temporada alta turística, recibiendo por primera vez a soldados procedentes de Austria y de la República Checa.
El coronel jefe de la base militar, Vicente Sánchez Salgado, dio a conocer las cifras el pasado mes de diciembre, durante el tradicional discurso de celebración de la patrona del ejército del aire, Nuestra Señora de Loreto.
Importancia
Explicó así la importancia estratégica de la base dentro del Plan de Acción Social para el Personal Militar, con más de 40.000 pernoctas de personal militar y sus familiares en el ejercicio 2010. «Se trata de una residencia ofertada dentro de la red de intercambios de personal militar de otros ejércitos europeos», dijo el coronel. La base sirve también para el adiestramiento de tripulaciones aéreas en actividades de supervivencia, salvamento, búsqueda y rescate, con un destacamento permanente de cerca de unos 45 efectivos.
Cerrado
El Ministerio de Defensa defiende la «gran importancia militar de la base» como principal argumento para mantener cerradas al público general las instalaciones pese a las distintas mociones aprobadas en el Ajuntament de Pollença y también en el Congreso con el objetivo de constituir una comisión mixta que posibilite un uso compartido (público y militar) de parte de las instalaciones.
El PSM de Pollença publica esta semana un artículo en su revista local en el que critica las «excusas de mal pagador» del Ministerio, que «justifica la gran importancia militar de la base cuando una base militar de gran importancia no sería nunca compatible con el uso turístico que tiene actualmente».