El alcalde de Calvià, Carlos Delgado (PP), ha otorgado amplios poderes al ex tránsfuga de UM Joan Thomàs cuando faltan menos de cinco meses para las elecciones municipales.
Semanas después de que Manuel Onieva (el candidato oficialista) se impusiera Teresa Martorell y Bartomeu Bonafé en el proceso de elecciones primarias convocado por la junta local popular para elegir a su candidato a los comicios locales de mayo, el pasado 29 de noviembre, Delgado firmó un decreto de Alcaldía con el objeto de «ampliar las funciones del director adjunto a la Presidencia -Joan Thomàs- con las de impulso y dirección de las actuaciones relativas al área de Vías, Obras y Vivienda y las que le sean asignadas por la Alcaldía, responsabilizándose de la coordinación, organización y gestión de las mismas», reza el documento.
Estas nuevas competencias se suman a las ya otorgadas por Delgado a Thomàs el 10 de noviembre de 2009, cuando el alcalde decidió entonces, mediante otro decreto, ampliar las funciones del ex tránsfuga con las de «impulso, dirección, coordinación, organización y gestión de las actuaciones relativas a las áreas de Mantenimiento, Nuevas Tecnologías, Transporte, Movilidad y Cementerios».
Los perdedores
Así las cosas, Joan Thomàs se convierte a casi cinco meses de las elecciones en una suerte de 'alcalde en la sombra' con un control casi plenipotenciario sobre la administración del Ajuntament de Calvià. Las únicas grande áreas municipales que quedan sustraídas a su control son las de Urbanismo, Policía, Turismo y Deportes. Mientras que la ampliación de poderes otorgada a Thomàs en noviembre de 2009 restó peso político a la primera teniente de alcalde Teresa Martorell (PP), el decreto de Alcaldía firmado el 29 de noviembre de 2010 para atribuir más competencias al ex edil tránsfuga recorta influencia y poder al segundo teniente de alcalde Bartomeu Bonafé (PP). Justamente, Bonafé y Martorell, los dos concejales que osaron plantar cara al candidato de Carlos Delgado (Manuel Onieva) en el proceso de elecciones primarias celebrado en otoño.
Con la nueva redistribución de poder, el Consistorio calvianer queda en manos del propio Thomàs, Manuel Onieva y Jaime Martínez. Todos ellos personas de la máxima confianza de un Carlos Delgado más pendiente del futuro de los equilibrios de poder en la sede central del PP balear que de lo que pueda ocurrir en Calvià.
Personas de confianza
El todavía alcalde de Calvià ha optado en los últimos meses por una estrategia de perfil bajo, casi silente. Su silencio y, aparentemente, inquebrantable lealtad al presidente del PP balear, José Ramón Bauzá, le colocan en una óptima posición para convertirse en depositario de la confianza de los cuadros populares a la hora de ocupar algún cargo ejecutivo en el, a todas luces, más que probable caso de que la formación conservadora forme gobierno tras las elecciones autonómicas del próximo mes de mayo.