La dirección general de Agricultura del Govern de les Illes Balears ha instado hasta en dos ocasiones al Ajuntament de Pollença a aplicar las medidas fitosanitarias obligatorias para evitar la propagación del Picudo rojo (Rhynchophorus ferrugineus) desde los restos de palmeras situadas en un solar municipal en la urbanización de Llenaire a las palmeras públicas y privadas del resto del municipio.
La primera amonestación responde a una visita a la zona que realizó un inspector el 18 de octubre de 2010 al recibir traslado de una denuncia vecinal. Posteriormente, el 15 de noviembre de 2010, en una segunda visita de inspección a la parcela, Agricultura informa de que «se detectó que a pesar de que se habían tomado medidas de almacenaje de bastantes restos de palmeras en fundas de plástico para aislarlas antes de destruirlas estas todavía eran insuficientes», motivo por el cual «la Dirección General de Agricultura, volvió a requerir la actuación del Ajuntament».
Agricultura informa ahora a los vecinos que alertaron de la situación sobre una próxima inspección (la tercera hasta el momento) con el objeto de comprobar si se han eliminado correctamente las partes de las palmeras afectadas por el escarabajo. «El Ajuntament actualmente está trabajando», dice el informe.
Los vecinos colindantes con el solar municipal son los que lanzaron la voz de alarma el pasado verano, cuando el Ajuntament comenzó a acumular los restos de poda de ejemplares afectados por la plaga en la finca de Llenairer. El regidor de Serveis, Martí Ochogavía, informó durante el último pleno municipal a preguntas de la oposición, de que de las 60 palmeras municipales que había en el término apenas sobreviven aproximadamente 20.
Difusión
Los vecinos difunden estos días a través de internet un correo solicitando ayuda urgente para acabar con el almacenamiento de restos de poda infectados. En las proximidades de la finca hay un centenar de palmeras de las que seis están enfermas.