La Conselleria de Mobilitat i Medi Ambient invertirá 700.00 euros en la reforma de la estación de tren de Inca. Las obras, que afectarán tanto al interior del edificio como a su entorno, deben comenzar dentro de un mes y no finalizarán hasta el verano.
En lo que a la reforma del edifico se refiere, se habilitarán un almacén, dos salas multiusos y otra para personal en la segunda planta, en desuso hasta la fecha. La segunda planta era propiedad del Ajuntament d'Inca, pero la intercambió con el Govern por la antigua caseta donde ahora se ubica la oficina de información turística.
También se sustituirá la carpintería del edificio por puertas automáticas y se creará una nueva y amplia sala de espera. Se cambiarán los pavimentos y se hará una reforma general -cubierta, iluminación, etcétera- de la estación, pero sin mermar su carácter arquitectónico. «Se trata de optimizar los espacios sin modificar su uso», señala la memoria del proyecto. «Seguirá siendo un edificio de acceso, venta de tickets y espera previa a la salida de los trenes», indica.
Novedad
La principal novedad de la reforma en el exterior es la creación de una nueva sala de espera en el andén número 3, desde el cual salen los trenes hacia Palma. También se construirán unos nuevos pasos tarifarios en la zona próxima a la vecina estación de autobuses, de manera que los viajeros podrán acceder de una a otra sin tener que entrar en el edificio.
La reforma prevé, igualmente, construir dos pérgolas de acceso a la estación, una en cada calle, que realizarán las funciones de portal de entrada al recinto ferroviario.
La memoria del proyecto detalla que tanto la estación como sus accesos se adaptarán para personas para con movilidad reducida y que se instalarán pavimentos adecuados para invidentes. También «se construirán claros cerramientos que recorrerán el perímetro de la estación, se optimizarán las instalaciones a nivel lumínico y climático y se resolverá el tema de las instalaciones especiales, el abastecimiento de agua y la evacuación de pluviales», señala.
Otro de los aspectos a remarcar es la construcción de nuevos baños, tanto en la segunda planta del edifico de la estación como en el exterior. Ello permitirá que los usuarios que ya hayan validado su tíquet puedan acceder al servicio sin tener que salir de la zona restringida.
Serveis Ferroviaris de Mallorca (SFM) confirmó ayer que la adjudicataria de las obras es la constructora Comasa, y que mañana mismo se firmará la contrata. El proyecto cuenta salió a concurso con una presupuesto de 727 mil euros. El plazo de ejecución fijado es de seis meses. De cumplirse el calendario previsto, las obras podrían comenzar a mediados de enero. El cogerente de Serveis Ferroviaris, Tomeu Gual, explicó que «además de reformar el edificio sin mermar su carácter, el proyecto pretende adaptar y adecuar la estación a las nuevas necesidades».