El Colegio Público de Infantil y Primaria Voramar de Can Picafort, acoge a 607 alumnos y 26 cursos, distribuidos en dos edificios principales y dos módulos prefabricados. A punto de sumar un curso más (las previsiones son de alcanzar las 27 unidades el próximo curso) y convertirse así en un centro de tres líneas atrapado en el espacio físico de un centro de dos, su situación amenaza con prolongarse y es que el conseller d'Educació, Bartomeu Llinàs, reconoció ayer en una reunión con el profesorado del centro que «tenemos un largo listado de peticiones y las atenderemos cuando podamos pero aún negociamos con Hacienda una ampliación de crédito».
La construcción de un nuevo colegio público en Can Picafort estaba prevista y presupuestada en el calendario de infraestructuras a comienzos de legislatura pero la falta de unos terrenos para construir la escuela (el Ajuntament no dispone de suelo adecuado) ha venido retrasando todos estos años la construcción del nuevo centro. Ahora, inmersos en plena crisis económica la situación se complica.
El conseller Llinàs acudió ayer al colegio Voramar a petición del claustro de profesores que planteó además la insuficiencia de maestros de atención a la diversidad para atender a todo el alumnado en una escuela que «con motivo de la crisis económica vuelve a sufrir la temporalidad». «Son muchas las familias que se marchan durante la temporada baja a sus lugares de origen para no pagar un alquiler», explicó el director Pep Mulet.
El centro perdió un profesor de atención a la diversidad al inicio de curso debido al último recorte presupuestario.