La Cruz Roja de Sóller celebró ayer su tradicional fiesta anual con una misa y acto solemne que se llevó a cabo en el Ajuntament.
Representantes de las organizaciones, instituciones y entidades cooperantes presidieron el acto y entregaron diplomas a los voluntarios y colaboradores que han trabajado desinteresadamente para la entidad durante el último ejercicio. Un centenar de personas asistió al acto, presidido por el alcalde, Josep Ll. Colom.
El presidente de la Cruz Roja de Sóller, Miquel Bosch, destacó una vez más la necesidad de que aumente el número de voluntarios para poder llevar a cabo los programas. Bosch leyó un resumen de la memoria del último año y destacó los trabajos y servicios realizados en las diferentes áreas de intervención de la entidad. Entre éstos destacó la labor realizada con los colectivos de personas mayores, inmigrantes y juventud, emergencias, etc.
Después del acto se sirvió un aperitivo en la sede y y un almuerzo en la residencia de la estación naval.