El vi novell ya está a disposición del público. Ayer la Plaça del Ajuntament de Santa Maria fue testimonio, por octavo año consecutivo, del inicio de la puesta a la venta del primer vino de la temporada, aquel que sólo tiene un mes de envejecimiento. La alcaldesa del municipio, Rosa Vich, fue la encargada, junto al regidor de Promoció Econòmica, Antoni Oliver, de romper el grifo de una bota de vino, acto que marca de manera simbólica que ya corre el vi novell y que por tanto la fiesta empieza. Pese a que la lluvia fue una constante durante toda la celebración el acto fue seguido por los vecinos del municipio que provistos con paraguas participaron de manera activa en la celebración.
Y es que el vino es uno de los elementos más característicos de Santa Maria y éste cuenta con ocho bodegas que lo veneran.
Participación
Este año se ha modificado la celebración y ayer no se repartieron los brotes de pino a las bodegas, ya que el acto se realizará durante esta mañana. Pero los cellers del municipio quisieron participar en la fiesta y ofrecieron una torrada gratuita a todos los que se acercaron hasta la Plaça del Ajuntament. El acto estuvo amenizado por el grupo de ball de bot Cofre Antic.