Buena parte de las edificaciones del Castell de Alaró son de la Iglesia. Así lo confirma la Audiencia Provincial de Palma que ha desestimado el recurso presentado por Llorenç Ordines contra la sentencia del mes de noviembre del año pasado, que ya decía que las construcciones no eran de su propiedad. Además, la Audiencia impone los costes del juicio a la familia Ordinas.
De este modo, ahora el pueblo de Alaró puede hacer uso libre de los 4.000 metros de la fortificación en la que se encuentran Sa Taberneta, los estables, s'Obra Nova, la caseta de repetición de las telecomunicaciones, los baños y el almacén.
Reacciones
Tanto el alcalde de la localidad, Joan Simonet (PP), como el presidente de la Fundación Es Castell de Alaró, Mateu Marcús, se mostraron ayer satisfechos por la resolución que «ratifica lo que siempre hemos defendido», según palabras de Simonet.
En este aspecto, el alcalde recordó que «hace muchos años que el pueblo utiliza las construcciones que la familia Ordinas reivindica como suyas y el juez ve claramente en la sentencia que su petición no tiene fundamentos».
Por su parte, Mateu Marcús aseguró que «estamos muy contentos por la resolución porque era una sentencia muy esperada».