Según los expertos, el 32-26-25-24-1-22 es una combinación tan extraña como para obtener en algún momento el premio unitario de los seis números de un sorteo de la Lotería Primitiva. Y así ocurrió el jueves, pero con el añadido de que los dos únicos boletos con esa numeración en España lo fueron en Pollença y en Llucmajor.
El despacho receptor número 60.205, en Pollença, regentado por Pep Vallori, validó uno de los boletos. El ganador -desconocido, como suele ser norma en estos casos-, acertó la combinación ganadora, embolsándose así 1.245.959 euros. Vallori confiesa que «desde que supe que habíamos sellado el boleto no he parado de buscar al acertante. Lo anuncié en Facebook y se daba por ganador un vecino del pueblo, pero hemos comprobado que no ha sido así. Sólo sabemos que vino en persona a sellarlo». En 1989 el mismo establecimiento que dirige Vallori ya selló un boleto que fue el ganador del sorteo de la Primitiva del 30 de noviembre y en el que un vecino de Pollença ganó 349 millones de pesetas.
En el despacho receptor 61.230, en el 16 de la calle Berga de s'Arenal de Llucmajor, regentado por Antonia Barceló, que lo heredó de su padre -vendedor de apuestas mutuas deportivas desde 1965- las sensaciones eran muy parecidas. «Tenemos la impresión -señalaron a Ultima Hora- de que el boleto está confeccionado a mano como una combinación personal, pero dada la cantidad de personas que sellan aquí sus boletos a diario no tenemos ni idea de quién puede ser el afortunado».